Cuando los minoristas de autopartes hablan de su desempeño financiero -pasado, presente o futuro- el impacto de los patrones climáticos a menudo entra en la conversación. Pero de cara a 2019, el presidente y consejero delegado de AutoZone, Bill Rhodes, no se siente del todo cómodo desempeñando el papel de meteorólogo.
Se ha pasado un tiempo considerable en los últimos años discutiendo el clima – algo que soy bastante reacio a hacer, ya que no hay nada que podamos hacer al respecto. Y a largo plazo, los impactos meteorológicos se normalizan y no son impulsores materiales del éxito a largo plazo de este negocio o industria.
Rhodes, sin embargo, está feliz de hablar sobre la caída de los precios de la gasolina y otros fundamentos actuales que parecen «favorables» para el mercado de posventa de automóviles.
¿Qué es AutoZone?
A medida que nuestra economía entra en las últimas etapas de un ciclo de crecimiento prolongado, sabemos que cuando los tiempos económicos se vuelven difíciles, nuestros clientes recurren a nosotros con más frecuencia por necesidad económica para ayudarles a estirar sus recursos. No sabemos lo que nos deparará el próximo año, pero tenemos un alto grado de confianza -basado en casi 40 años de experiencia- en que este es un sector muy fiable y predecible en horizontes de planificación razonables, y seguimos siendo optimistas sobre las perspectivas de nuestro sector, y en particular de nuestra empresa.
No todos los factores macroeconómicos son favorables para el mercado de posventa del automóvil. Las tensiones comerciales y los aranceles impuestos y propuestos por el presidente Trump se ciernen como una amenaza potencial desde hace meses. Aun así, Rhodes dijo que la ronda inicial de aranceles sobre las materias primas no fue significativa para nosotros, y que autozone facturación ha podido «negociar y compensar» parte del impacto negativo de las rondas posteriores de aranceles «basándose en la fortaleza del dólar estadounidense.»
Siguen vigilando de cerca los acontecimientos y trabajaremos con nuestras asociaciones industriales para compartir nuestras preocupaciones sobre las potenciales ramificaciones negativas de los aranceles en curso y en aumento para nuestros clientes y la economía en general.
Dicho esto, nuestra industria tiene una elasticidad de la demanda mucho menor que la mayoría de los demás sectores de la venta al por menor y la distribución. Si tu coche no arranca y tienes que ir a trabajar, tú o alguien tiene que arreglarlo. Y punto. Este fenómeno ha permitido históricamente a nuestra industria trasladar la inflación de los productos.