Cualquier arquitecto que haya trabajado en un hospital o en un centro sanitario conoce la importancia de elegir el suelo y los accesorios para suelos adecuados. Una superficie de suelo porosa o un accesorio mal instalado pueden crear un caldo de cultivo para las bacterias, poniendo en peligro a los pacientes y a los médicos y enfermeras que los atienden.
Estos son los problemas más comunes que hemos visto con los suelos de los centros sanitarios y consejos para solucionarlos.
PROBLEMAS DE CRECIMIENTO DE BACTERIAS EN EL SUELO
Los hospitales se limpian constantemente, pero eso no significa que se puedan detener todas las bacterias. Las bacterias proliferan sobre todo en lugares de difícil acceso, como las juntas y las esquinas, o incluso bajo el suelo si hay espacio entre el suelo visible y la superficie que hay debajo.
Resuelva este problema eligiendo un suelo resistente y no poroso.
Nuestras dos principales recomendaciones para los pisos para hospitales de Unimat son las láminas de vinilo y las baldosas de vinilo de lujo (LVT). Ambos materiales son resistentes a las manchas (importante para los posibles derrames de fluidos corporales y las frecuentes limpiezas químicas), capaces de soportar un tráfico intenso y muy duraderos.
Una instalación adecuada es clave para evitar que los fluidos se filtren bajo el suelo, lo que puede crear un lugar para que prosperen las bacterias.
Las colas húmedas tradicionales pueden emitir COV nocivos que podrían agravar los problemas de salud del paciente, por lo que recomendamos utilizar un adhesivo de bajo COV para su instalación.
PROBLEMAS COMUNES CON LA BASE COVE
La base de cala presenta un conjunto de problemas similares a los del propio suelo: si se instala de forma incorrecta, pueden filtrarse fluidos detrás de ella y las bacterias pueden crecer de forma desenfrenada. La mayoría de las bases de los hospitales se pegan al suelo y se sueldan con calor en la parte inferior. Aunque esto proporciona una fuerte sujeción, hay mejores opciones.
Tampoco requiere tiempo de curado, lo que permite el tráfico peatonal inmediato después de la instalación. Crea una fuerte unión, y los fluidos no se deslizan detrás de ella.
Una alternativa sería prescindir de la base de la cala, en lugar de curvar el suelo hacia la pared utilizando un molde de cala y una junta de cierre. Esta opción elimina las costuras en el suelo que pueden ser difíciles de limpiar a fondo y donde se pueden acumular bacterias. No sólo es una opción higiénica, sino que también suele ser menos costosa que la instalación de una base de cala.
EL MAYOR PROBLEMA DE LOS LISTONES DE TRANSICIÓN
Se trata de un problema diferente, ya que las franjas de transición pueden suponer un grave peligro de tropiezo. Las transiciones son necesarias siempre que un tipo de suelo hace la transición a otro. En la mayoría de los casos, esto no supone ningún problema.
En los hospitales, sin embargo, hay que preocuparse por los postes de suero, las sillas de ruedas, las camillas y otros elementos que podrían quedar atascados en una transición gruesa, así como por los pacientes con movilidad limitada que podrían tropezar con ella.
En su lugar, considere la posibilidad de utilizar tapones en T. La mayoría de los suelos que se utilizan en los hospitales, especialmente los LVT y las láminas de vinilo, tienen un grosor similar, lo que hace que las tapas en T sean la opción ideal. Tienen el perfil más bajo, lo que hace que los pacientes puedan pisar con facilidad y crea una superficie lisa para las sillas de ruedas, los carros rodantes, etc.